martes, 4 de junio de 2013

Urge Exorcista. ¡Incorporación inmediata!


Por Sergio Farras  

KARRAS
Urge Exorcista. ¡Incorporación inmediata!
El Arzobispado de Madrid y su Arzobispo; Rouco Varela, buscan exorcistas bien dispuestos para tal oficio. La diócesis de Madrid,  baraja la posibilidad formar a sacerdotes exorcistas para cubrir el vacío que existe en la capital y ante la demanda que siempre ha habido y sigue habiendo. ¡Se valorará experiencia en el sector!
Se ve, que hay una avalancha de peticiones en espera para esto de: “liberarse de posesiones demoniacas, o de influencias maléficas”. Y la iglesia, lo pide en su autoridad y en nombre de Jesús; Nuestro Señor todo poderoso. Y como si de un plan de ocupación profesional fuera, los ochos sacerdotes confirmados por el cardenal Rouco para el ministerio de exorcistas, están en un periodo de formación acelerado. ¡Mínimo bachillerato o equivalente!
Siempre da yuyu tocar estos temas por si pudiera ser sacrilegio, porque entregar el alma es cosa muy seria y comprometida. Y por aquello de los casos, mejor tratar el tema con fundamento y respetuosidad. Por qué el diablo nunca duerme,  y eso es verdad tan eterna como cierta y manifiesta.
Se denomina exorcismo a la acción sobrenatural de expulsión, realizada contra una fuerza maligna, utilizando un método religioso para expulsar, sacar o apartar a dicho ente de la persona u objeto que se encuentra poseído por la entidad maligna. El ritual de exorcismo incluye la repetición continua de oraciones y órdenes de expulsión, y el uso de objetos que pueden repeler al ente, -en este caso un demonio- como crucifijos, agua bendita y reliquiasvarias entre otros cacharros y utensilios. Divertido y excitante debe de ser tal oficio del expulsar al mal oscuro del cuerpo ajeno, siendo trabajo tan digno como dispensador de una función social.
La mística  y medio espiritual figura del padre Karras, delante de la casa  mirando hacia las sobrecogedoras escaleras en la película de: El Exorcista, marcó un antes y un después en estos menesteres de meterle miedo al personal. El apartamento de la Avenida Prospect, dónde tiene lugar la historia y tal desaguisado diabólico es donde se producen los fenómenos malignos. La niña poseída de la película que se llamaba Regan, se presenta con un conflicto emocional de dos pares..,  y muy malas maneras a la hora de comunicarse con su entorno. La niña que giraba la cabeza sin cargarse las cervicales, que blasfemaba como un tabernero, que vomitaba puré de berenjenas, que caminaba por el techo, que fundía los plomos, que decía a su madre: “Soy la guarra de tu hija”. ¡Qué ocurrencia, decirle tal barbaridad a una madre!
La música de la mítica película  influía y contribuía lo suyo. Y desde que se usó un fragmento del Tubular Bells, casi todas las películas de miedo y suspense utilizan un movimiento de piano muy similar. Esto de la melodía asustadora se conoce que ayuda a espantar manifestaciones y presencias del mal. Al final, la película acaba como acaba; en un desaguisado de “currantes” del alma y demonios traviesos donde casi palma hasta el apuntador.
Sobre el diablo, -para aquellos que creyeran- se podría decir que es figura controvertida y polémica por el tiempo de los tiempos. El Príncipe de las tinieblas anda normalmente sereno, mientras las almas pecadoras circulan ebrias y mareadas sin saber su incierto futuro. Lucifer y Belcebú, que son como primos hermanos, ayudan al primero en la postulación y reclutamiento de almas “descarriadas”.  También, es costumbre del diablo presentarse por sorpresa, para echar a volar después con su botín más preciado: el alma desorientada y pecadora.
Del diablo, se puede decir, que es dueño por fuera y por dentro de la justificación del mal. Su vieja soledad es su virtud más apreciada, y su gris ceniza, el azufre de aroma rancio y fétido que ahuyenta o atrapa. Esto va según la condición de cada alma y al punto de su disposición. De extensa e interminable estela el diablo alcanza al que se muestra desnudo y vulnerable, no dejándole soltarse de los males inherentes e inseparables del cuerpo,  donde les atrapa como un nudo corredizo. El diablo vuela con su mirada hacia el profundo infierno, ese lugar oscuro y tenebroso, recinto donde vive el mal. El ardor de los cuerpos y las almas poseídas, por descuido o voluntad divina, se pueden oler en la distancia que hay desde el purgatorio al cumplido cielo; que no queda muy lejos. Y con requiebros de galantería engañosa el diablo espanta la huída hacia los calmados cielos.
Con fuego no se consume el alma, ni tampoco con agua bendita, piedra dura y sal marina. El diablo va esquivando el oscuro sudor, invulnerable a la piel, donde el alma queda atrapada respirando al lado suyo en la estéril esperanza de desposeerse de sus encantos. Apoyado en el árbol del silencio, el árbol de la vendimia de su maldita cosecha, para después, escribir sobre la arena negra y calcinada, cuya fuerza se renueva a medida que se revuelve y se restriega en ella, para confundir al pecador confundido actuando como el verdugo más profundo. El diablo va por las calles y avenidas escupiendo hostias consagradas,  y se va meando por las cúpulas de las iglesias sin que nadie le llame mucho la atención.
Todos tenemos miedo de lo desconocido, no nos engañemos. Algunos pecadores, a veces, se les puede ver antes de dormir con la luz encendida, porque tienen sus miedos razonables. El diablo suele moverse mejor por la noche, que es momento del día  donde las sombras se despegan del cuerpo y se asoman al lado del canto más oscuro de nuestros pensamientos.
Pero probablemente, igual, el diablo, en este siglo XXI, anda más entre los banqueros y los tecnócratas más codiciosos y mezquinos. Y para estos, no hay más buen exorcismo que un par de hostias bien dadas con la mano abierta ajustada en la mejilla.
Para los más escépticos, -y por aquello de los casos- servidor les deja estas oraciones, que a priori, van de molde para exorcizar y desendemoniarse. Pero igual, como dice el doctor Cabrera, psiquiatra forense de profesión: “El mal no es una entidad, sino una condición humana”. Esto del mal y el bien es tan ambiguo como la vida misma. Por otra parte, nos queda la sentenciadora frase de Keyser Söze, en la película “Sospechosos Habituales”: La mejor jugada del diablo es hacer creer a los demás de que no existe. A elegir la frase qué más gustase y convenga a nuestras almas y  a nuestros espíritus.
Oración a San Miguel Arcángel en Latín
Sancte Míchaël Archángele, defénde nos in prælio, contra nequítiam et isídas diábolo esto præsídium. Imperet illi Deus, súpplice deprecámur: tuque, Princeps milítiæ cæléstis, Sátanam aliós que spíritus malígnos, qui ad merditiónem animárum pervagántur in mundo, divína virtúte, in inférnum detrúde. Amen.

Traducción:
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica; y tu, oh! Príncipe de la milicia celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás  y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén
Sergio Farras, escritor tremendista.

extramuros83

jueves, 28 de marzo de 2013

EL RETORNO DE BACHELET Y EL SILENCIO DE LA MAYORÍA

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Escribe Carlos Amador Marchant


Concordamos que con la llegada de Michelle Bachelet, el consabido aparataje periodístico llenó las gradas de esta nación denominada Chile, nombre sin acepción definida, y que, incluso, se puede deletrear  “tchili”, tomado de los indígenas aymaras de esta región, cuya palabra autóctona significa 'nieve' o 'confín del mundo' (Finis Terrae). Es posible que, con esta indefinición de significado, nos mantenemos siempre en compás de espera, y hasta parecemos un país con una pata menos, es decir, un país enfermo desde los tiempos de la independencia.
Tenemos el “don” del “monismo”, o sea, nos gusta imitar todo y casi nada lo hacemos con ideas propias.
Bachelet vuelve a Chile campante después de haber sido la primera mujer presidente de este largo y angosto territorio, de un partido que se precia de ser proletario, además de haber tenido un historial que la dejaba encaramada en la lista de las mujeres históricas por su padre muerto en dictadura.
Cuando reflexiono en lo recién expresado, me pregunto precisamente, en cuántos han sido los presidentes de Chile que han dado sus vidas por esta nación; y me respondo rápidamente que son contados con los dedos. Están muertos y muchas veces vilipendiados por la gran masa publicitaria y por los expertos en historia mentirosa.  Otros, obviamente, se han “farreado” la historia.
Hacer un repaso por las calles políticas desde el 90 hasta nuestros días es volver a majaderear. Esto está más que dicho y hasta cansa.
Lo concreto es que sabemos que la Concertación, para el común de la gente, significó salir de la dictadura y volver a un país un poco más civilizado. Lo otro que queda más que claro es que este conglomerado terminó cansando a la civilidad chilena por no cumplir con las demandas suplicadas por décadas y décadas. Una gama de “cadáveres” políticos que ya habían hecho de las suyas en otro tiempo, se las arreglaron para guiar los cordeles de la llamada Concertación. Por otra parte la gente, por ser leal, siguió votando por ellos, lanzando, eso sí,  al paso del tiempo, una serie de advertencias de descontentos; votos nulos, votos en blanco, en fin…
Bachelet llegó en el momento en que lo “torcido” pudo encontrar su ruta original. Tenía buen rostro la mujer, era simpática, era mujer, y tenía cara de “querer hacer cosas”. En consecuencia, la gente, así somos los chilenos, creyó en el nuevo cuento y votó por ella. Chile, hasta ese momento, por lealtad, seguía adormecido. No habían marchas, no existían protestas masivas. Todo esto, por no desprestigiar a este conglomerado y no volver “nunca más al poder de la derecha política”.
Sin embargo, ya comenzaban a brotar en las manos de los chilenos esa comezón de los que  están “hasta la coronilla” con lo mismo de siempre.
Hay una serie de demandas que fueron suplicadas a la ex presidenta Bachelet en su gobierno y no fueron cumplidas. Éstas ya han sido enumeradas en repetidas ocasiones por los dirigentes y la ciudadanía, y volverlas a recalcar es seguir en lo mismo. Pero esto tiene que ver con educación, temas medioambientales, corrupción en sus filas, el tema del lucro en las universidades, represión a los pueblos originarios, mala administración en asuntos sensibles como los naturales, etc, etc, etc, por nombrar algunos.
En el tema de la corrupción en sus filas, hay que subrayar la gran cantidad de políticos que se lucraron dentro del conglomerado a vista y paciencia de todos y que hoy por hoy, con cara de inocentes sinvergüenzas, quieren volver a seguir mamando de la misma leche. Los famosos e insensibles tecnócratas en los gobiernos regionales, en fin.
Con todas estas atrofias la Concertación, con un pueblo ya consumido en el cansancio, pone como candidato a la presidencia (2009) al “flamante” Eduardo Frei Ruiz Tagle, quien además de saber que su padre fuera asesinado por la dictadura pinochetista, trae de vuelta al asesino desde Europa sin permitir un juicio mundial al tirano. ¿Los políticos chilenos son enfermos?..¿creen que todo lo que hacen logra engañar a la gente?..Se equivocan.
Frente a todo este panorama entra a gobernar la derecha en suelo chileno, aquella derecha acostumbrada al trato patronal, que de inmediato comienza a echar gente de sus trabajos y a confeccionar un modelo de gobierno autoritario, prepotente.
Es decir, la gente quiso salir de la Concertación. Estaba  asfixiada. Quería un cambio. Por cierto con Sebastián Piñera nunca lo hubo ni lo habrá, pero se desataron las movilizaciones y las demandas. Muchos pagaron injustamente la llegada de este magnate chileno, perdiendo sus trabajos, viviendo estos cuatro años en la más absoluta cesantía, y esto da la visión a que la gente no querrá más volver a compartir con la derecha. Pero el cuento es otro:..¿querrá a Bachelet?  ¿La querrá así por su rostro bonito, por su sonrisa limpia, por ser la mujer salvadora entre comillas?..Yo no creo esto.
Más bien creo que la gente ha aprendido bastante del sufrimiento. Y si la gente se inclina por ella de nuevo, con los antecedentes que nos dejó en su mandato pasado, estoy seguro que antes de votar masivamente por ella, seguramente le pedirá un compromiso firmado con demandas concretas, “FIRMADO” de su puño y letra, de lo contrario no habrá votos y se buscará otra alternativa de gobierno. Así lo veo. Porque la ciudadanía ha cambiado y no quiere más gatos por liebre.
Aún hay tiempo. Y en política nadie sabe lo que puede suceder.

carlos amador marchant


extramuros83

lunes, 28 de enero de 2013





EDUARDO GALEANO:
“Escribo cuando me pica la mano”
                                                             Por Alejandro Lavquén

Publicada en revista Punto Final Nº 775/ enero 25, 2013

El escritor uruguayo Eduardo Galeano, autor del celebrado libro Las venas abiertas de América Latina, visitó Chile para recibir el XVIII Premio N’aitun, que otorga la Corporación Cultural Artistas Pro-Ecología. Durante su estadía en nuestro país también fue presentado su libro Los hijos de los días ante un público que desbordó la Sala Antonio Varas. De manera exclusiva concedió también una entrevista a revista Punto Final.  

El premio que recibes lo otorga una agrupación ecológica ¿Crees que en la actualidad el factor ecológico se ha convertido en una herramienta de lucha política?
            “La palabra política se ha manoseado tanto que significa todo y no significa nada. Entonces desconfío mucho de la etiqueta política. Lo que sí creo es que hay un trágico divorcio del que tampoco se ha salvado, lamentablemente, buena parte de la izquierda latinoamericana ni los gobiernos progresistas que tenemos hoy en algunos países, que es el divorcio entre los derechos humanos y los derechos de la naturaleza, como si no fueran lo que son: dos nombres de una misma dignidad. Y eso me parece que tiene consecuencias terribles para la tierra que habitamos, para el aire que respiramos, para el agua que bebemos y para todo lo que tiene que ver con la naturaleza de la cual formamos parte. A partir de la conquista de América se impuso el criterio que suprimía la naturaleza como fuente de derecho, de lenguaje. Hubo que esperar la Constitución de la República del Ecuador, muy reciente, para que se recuperara esa unidad perdida y se reivindicaran los derechos de la naturaleza”.

Tu libro “Las venas abiertas de América Latina”, a pesar de ser publicado en 1971, se sigue vendiendo como si hubiese sido editado ayer ¿A qué tribuyes este fenómeno?  
            “Fue un punto de partida, después cada libro empuja otro libro. Las venas fue un punto de partida, no de llegada. A partir de ahí fui desarrollando un lenguaje propio. Abarqué  otros estados, otros perfiles, otros temas de la realidad que no están en Las venas, que es sobre todo un libro centrado en la historia económico-política de América Latina.
            Respecto a su vigencia, eso ocurre, lamentablemente, porque la realidad no ha cambiado mucho desde que el libro se escribió. Ojalá fuera una obra de arqueología, esa sería mi intención. Entre otras cosas porque me dejarían en paz. No me preguntarían más nada sobre el libro [lo dice con humor]. Me pasa con Las venas lo mismo que al pobre Kino con Mafalda, que lo único que quiere es estrangularla… Pero la verdad es que estoy muy orgulloso de ese libro, pues después de tantos años ha influido sobre tanta gente y en tantos procesos”.

Y ha creado conciencia
            “Mucha, sí. Lo cual demuestra que escribir no es una pasión inútil. Escribir es un modo de comunicación, y en este caso ese libro [Las venas] tuvo la suerte de llegar a muchas manos y de pasar por varias generaciones. Me siento muy feliz con él”.

Sobre el libro “Los hijos de los días” qué nos puedes decir.   
            “Es un libro que tiene la forma de un calendario. Es como un almanaque, y de cada día brota una historia. Nació de una frase que escuché hace ya muchos años en mis andanzas, pues soy un caminante. En una comunidad maya de Chiapas escuché decir ‘nosotros somos hijos de los días’. La cultura maya es la única cultura de las Américas en la que es el tiempo el que funda el espacio. O sea el espacio es hijo del tiempo y no al revés. Me quedó grabada esa frase, me pareció muy hermosa. De ahí el título del libro, que es un homenaje a esa frase. Y como te decía, el libro es un calendario donde cada día es una historia”.

Entonces contiene una diversidad de temas, cómo el afán de cada día.
            “Claro, los temas más diversos que te puedas imaginar. Sí es un libro que no hace caso ni del mapa ni de las órdenes que los calendarios pueden dar, al revés, vive el calendario como un espacio de libertad, y ese espacio de libertad nos cuenta que cada día tiene un cuento. Los científicos dicen que estamos hechos de átomos, pero yo estoy seguro de que también estamos hechos de historias”.

En tus libros siempre se toca el tema político, pero tú no eres un político
            “El tema político está presente y está ausente. Está y no está. Depende de lo que se entienda por tema político. Mis libros se ocupan de todo. De todos los temas imaginables. Nada de lo humano me es ajeno, pero me interesa también la vida de los bichos, los fenómenos de la naturaleza. Por lo tanto la etiqueta de escritor político es algo que rechazo, porque me limita y me amenaza con convertirme en un autor panfletario, a las órdenes de algún partido o alguna religión, y eso no tiene nada que ver conmigo. Soy un hombre muy libre y escribo muy libremente. En realidad escribo cuando me pica la mano. Y quiero contar porqué. Esto se lo escuché una vez a un negro tamborero de Santiago de Cuba, hace muchos años. Eran como las tres de la mañana y llevaba tocando muchas horas, entonces le pregunté cómo lo hacía. Al tambor le arrancaba voces, llantos, risas, era impresionante, el tipo era un mago. Él me respondió: Yo toco cuando me pica la mano. Me pasa lo mismo, escribo cuando me pica la mano, no obedezco ninguna orden, ni las de afuera ni las de adentro. No escribo por cumplir, sino cuando me pica la mano”.     

En muchos países latinoamericanos se ha estado cediendo –en los últimos años- territorio forestal, minero, ganadero, incluso marítimo, a las grandes empresas transnacionales. Debido a esto ¿Crees que llegará el momento en que la soberanía de los pueblos termine totalmente en manos privadas?
            “No sé, porque no soy profeta. Pero sí sé que se está repitiendo la historia trágicamente. La historia de América Latina es la historia del despojo de los recursos naturales, y en eso no se equivocó La venas, pues es un libro que describe muy bien ese proceso de vaciamiento. Hay que saber cuidar los recursos naturales. No hay que entregar la naturaleza a las fauces abiertas del sistema de poder que devora todo lo que se le arrima. El sistema capitalista se come todo lo que encuentra. Incluye una ideología, una moral, una concepción de la vida y de las cosas que es peligrosa para el género humano y para el planeta que habitamos. Es bueno, bajo ese sistema, todo lo que es rentable, y todo lo que no es rentable no merece existir. Eso conduce a la rifa del planeta. De hecho las dos actividades más lucrativas en el mundo de hoy son actividades enemigas de la condición humana: el comercio de drogas y el comercio de armas. Las armas son parte esencial de la industria  militar, que es en realidad una industria criminal”.

El último tiempo la gente ha comenzado a oponerse con fuerza a las arbitrariedades del sistema, utilizando sobre todo la tecnología para comunicarse. Me refiero a Internet.
            “Paradójicamente algo que nació –Internet- al servicio de la muerte, como un invento del Pentágono para coordinar en escala planetaria sus planes de agresión contra otros países, se convirtió en un instrumento de vida. La gente transformó en su fin original y gracias a eso puede encontrarse, reunirse en torno a objetivos comunes y puede auto convocarse para rechazar las injusticias. Para protestar. Son esas paradojas que te ayudan a vivir y te demuestran que no hay nada definitivo. Hay muchas cosas que nacen en un sentido y terminan viviendo en otro”.

Una alternativa al capitalismo es el proyecto de Chávez en Venezuela ¿Qué opinión te merece ese proceso?
            “El proyecto de unidad latinoamericana viene de mucho antes de Chávez, pero él ha hecho mucho por impulsarlo, por llevarlo adelante. Es un proceso lento y difícil. No se puede hacer en un día, ni en dos, ni en una semana ni en un año, por la sencilla razón de que América Latina contiene contradicciones internas que hacen que algunos países tengan más fuerza que otros, más poder que otros. Entonces se reproducen dentro de las fronteras nuestras las contradicciones que padece el mundo. Tenemos contradicciones que no se van a superar de un día para otro. Tú no puedes decir por decreto que a partir de hoy la solidaridad va a sustituir el egoísmo impuesto durante siglos en el mundo. Muchas de las cosas que han hecho, por ejemplo, Brasil con Bolivia o Paraguay, se parecen a lo que escuché decir una vez a un jefe de policía en México. Me dijo: lo que nosotros le hacemos a los centroamericanos es igualito a lo que los gringos nos hacen a nosotros. O sea, cada uno humilla al otro, que a la vez humilla al otro que también humilla al otro. Son nuestras contradicciones”.    

Tú siempre has mantenido posiciones de izquierda, a pesar de las caídas de muros y el fin de la guerra fría.
            “Lo de la izquierda, entre paréntesis, pero quiero explicar porqué digo entre paréntesis. Por supuesto que soy un hombre de izquierda, claro que sí. Si mañana se me ocurre decir que pasé a la derecha nadie me va a creer. Soy de izquierda, pero eso no significa que yo confunda, como muchos compañeros, por cierto muy queridos por mí, la religión con la política, nos soy fanático ni religioso en política. No creo en el fanatismo, creo que los fanáticos deberían estar todos encerrados en el manicomio, porque son peligrosos. Pero porqué te digo esto de la izquierda y la política y de la derecha. Porque a veces ha conducido a ciertos esquematismos que no coinciden con la realidad. En el año 1830 y pico, Nicaragua fue uno de los primeros países que legalizó el aborto en los casos en que corriera peligro la salud de la mujer, la vida de la mujer. En ese momento gobernaba en Nicaragua el partido conservador, un partido de derecha y que fue el que promulgó la ley. Pasó un siglo y medio más o menos y un gobierno de izquierda, sandinista, anuló la ley y condenó a las mujeres pobres a la cárcel o al cementerio. Y eso la gente no lo sabe. A mí, bajo esos parámetros, que me aclaren qué es izquierda y qué es derecha, porque si izquierdista es el gobierno que ilegalizó el aborto que habría sido legalizado por un gobierno de derecha entonces estamos todos locos. Habría que recuperar el sentido de las palabras, que es en definitiva la función primordial de un escritor, contribuir a limpiar el diccionario”.      

En Chile sucede esa confusión, cierta izquierda parece de derecha.
            “Yo sobre Chile no voy a hablar, por una razón muy simple, no vendo hielo a los esquimales. Ponelo ahí, escríbelo, yo no vendo hielo a los esquimales. No vengo a Chile para decirle a los chilenos cómo es la realidad chilena, pero ponelo, porque a veces viene un tipo de afuera y está, en el caso de Uruguay, cinco días en Punta del Este, y termina escribiendo un libro sobre el Uruguay. La realidad de un país es muy compleja, muy contradictoria, muy difícil de desentrañar, y para conocer una realidad no es asunto de estar unos días, una semana o dos o tres en un país. La realidad de cada país es una señora bastante misteriosa”.

Como ir a Argentina y tratar de entender el peronismo y explicárselos a los argentinos.    
            “Claro…, ellos están deseando que alguien lo explique”.

Tú has dicho –o escrito- que el mundo está al revés
            “Habitamos un mundo al revés por la sencilla razón de que es un mundo que recompensa la especulación y castiga el trabajo. Entonces es un mundo al revés porque recompensa al revés, recompensa lo que debería castigar y castiga lo que debería recompensar”.

Dices que escribes cuando te pica la mano. Te ha picado últimamente.
            “Por suerte no me faltan picazones en la mano y escribo constantemente. Además es lo único que más o menos me sale. A lo largo de mi vida quise ser muchas cosas que no pude ser. Quise ser santo cuando era chico, que era muy místico, pero mi tendencia natural al pecado me lo impidió. Quise ser jugador de fútbol, como todos los uruguayos, pero era un pata de palo terrible. Quise ser pintor, dibujante, muchísimas cosas y trabajé en muchas. Fui obrero en una fábrica, cobrador, dibujante de letras, etcétera”.

¿En qué momento te das cuento que lo tuyo era ser escritor? 
            Cuando me di cuenta de que era un inútil total. Entonces alo tenía que hacer en la vida, y la verdad es que la literatura me ha dado muchas alegrías. La certeza de que uno puede escribir de tal manera que las palabras que broten de una página toquen la cara de quien la está leyendo, como si las palabras tuvieran dedos, como un contacto real. No sé si me explico bien.

Cuando uno lee tus libros se da cuenta de que no te encasillas en un género determinado.
            “Por suerte creo que estoy fuera de los géneros. Y eso es el resultado de muchos años de trabajo en que fui descubriendo que lo mío era una síntesis de diferentes géneros. Una tentativa de síntesis para recuperar la unidad perdida del lenguaje humano. Entonces no es clasificable porque además también eso proviene de un rechazo a la mala costumbre de ponerle etiquetas a la gente en su frente, de encasillarlo todo. Cuando se habla de literatura política me pregunto si hay alguna literatura que no sea política. Si no hay alguna literatura que elija entre la libertad y el miedo. Y lo mismo con las personas, nunca coinciden las etiquetas. Yo les disparo a las etiquetas. Y cuándo me dicen escritor de qué. Yo digo: de todo, de cualquier cosa. O cuándo me dicen usted es poeta; respondo, no, no escribo poesía, o a lo mejor la escribo y no me doy cuenta, y eso me llena de alegría, porque la literatura que más me gusta es la que revela la poesía escondida”.



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