martes, 4 de junio de 2013

Urge Exorcista. ¡Incorporación inmediata!


Por Sergio Farras  

KARRAS
Urge Exorcista. ¡Incorporación inmediata!
El Arzobispado de Madrid y su Arzobispo; Rouco Varela, buscan exorcistas bien dispuestos para tal oficio. La diócesis de Madrid,  baraja la posibilidad formar a sacerdotes exorcistas para cubrir el vacío que existe en la capital y ante la demanda que siempre ha habido y sigue habiendo. ¡Se valorará experiencia en el sector!
Se ve, que hay una avalancha de peticiones en espera para esto de: “liberarse de posesiones demoniacas, o de influencias maléficas”. Y la iglesia, lo pide en su autoridad y en nombre de Jesús; Nuestro Señor todo poderoso. Y como si de un plan de ocupación profesional fuera, los ochos sacerdotes confirmados por el cardenal Rouco para el ministerio de exorcistas, están en un periodo de formación acelerado. ¡Mínimo bachillerato o equivalente!
Siempre da yuyu tocar estos temas por si pudiera ser sacrilegio, porque entregar el alma es cosa muy seria y comprometida. Y por aquello de los casos, mejor tratar el tema con fundamento y respetuosidad. Por qué el diablo nunca duerme,  y eso es verdad tan eterna como cierta y manifiesta.
Se denomina exorcismo a la acción sobrenatural de expulsión, realizada contra una fuerza maligna, utilizando un método religioso para expulsar, sacar o apartar a dicho ente de la persona u objeto que se encuentra poseído por la entidad maligna. El ritual de exorcismo incluye la repetición continua de oraciones y órdenes de expulsión, y el uso de objetos que pueden repeler al ente, -en este caso un demonio- como crucifijos, agua bendita y reliquiasvarias entre otros cacharros y utensilios. Divertido y excitante debe de ser tal oficio del expulsar al mal oscuro del cuerpo ajeno, siendo trabajo tan digno como dispensador de una función social.
La mística  y medio espiritual figura del padre Karras, delante de la casa  mirando hacia las sobrecogedoras escaleras en la película de: El Exorcista, marcó un antes y un después en estos menesteres de meterle miedo al personal. El apartamento de la Avenida Prospect, dónde tiene lugar la historia y tal desaguisado diabólico es donde se producen los fenómenos malignos. La niña poseída de la película que se llamaba Regan, se presenta con un conflicto emocional de dos pares..,  y muy malas maneras a la hora de comunicarse con su entorno. La niña que giraba la cabeza sin cargarse las cervicales, que blasfemaba como un tabernero, que vomitaba puré de berenjenas, que caminaba por el techo, que fundía los plomos, que decía a su madre: “Soy la guarra de tu hija”. ¡Qué ocurrencia, decirle tal barbaridad a una madre!
La música de la mítica película  influía y contribuía lo suyo. Y desde que se usó un fragmento del Tubular Bells, casi todas las películas de miedo y suspense utilizan un movimiento de piano muy similar. Esto de la melodía asustadora se conoce que ayuda a espantar manifestaciones y presencias del mal. Al final, la película acaba como acaba; en un desaguisado de “currantes” del alma y demonios traviesos donde casi palma hasta el apuntador.
Sobre el diablo, -para aquellos que creyeran- se podría decir que es figura controvertida y polémica por el tiempo de los tiempos. El Príncipe de las tinieblas anda normalmente sereno, mientras las almas pecadoras circulan ebrias y mareadas sin saber su incierto futuro. Lucifer y Belcebú, que son como primos hermanos, ayudan al primero en la postulación y reclutamiento de almas “descarriadas”.  También, es costumbre del diablo presentarse por sorpresa, para echar a volar después con su botín más preciado: el alma desorientada y pecadora.
Del diablo, se puede decir, que es dueño por fuera y por dentro de la justificación del mal. Su vieja soledad es su virtud más apreciada, y su gris ceniza, el azufre de aroma rancio y fétido que ahuyenta o atrapa. Esto va según la condición de cada alma y al punto de su disposición. De extensa e interminable estela el diablo alcanza al que se muestra desnudo y vulnerable, no dejándole soltarse de los males inherentes e inseparables del cuerpo,  donde les atrapa como un nudo corredizo. El diablo vuela con su mirada hacia el profundo infierno, ese lugar oscuro y tenebroso, recinto donde vive el mal. El ardor de los cuerpos y las almas poseídas, por descuido o voluntad divina, se pueden oler en la distancia que hay desde el purgatorio al cumplido cielo; que no queda muy lejos. Y con requiebros de galantería engañosa el diablo espanta la huída hacia los calmados cielos.
Con fuego no se consume el alma, ni tampoco con agua bendita, piedra dura y sal marina. El diablo va esquivando el oscuro sudor, invulnerable a la piel, donde el alma queda atrapada respirando al lado suyo en la estéril esperanza de desposeerse de sus encantos. Apoyado en el árbol del silencio, el árbol de la vendimia de su maldita cosecha, para después, escribir sobre la arena negra y calcinada, cuya fuerza se renueva a medida que se revuelve y se restriega en ella, para confundir al pecador confundido actuando como el verdugo más profundo. El diablo va por las calles y avenidas escupiendo hostias consagradas,  y se va meando por las cúpulas de las iglesias sin que nadie le llame mucho la atención.
Todos tenemos miedo de lo desconocido, no nos engañemos. Algunos pecadores, a veces, se les puede ver antes de dormir con la luz encendida, porque tienen sus miedos razonables. El diablo suele moverse mejor por la noche, que es momento del día  donde las sombras se despegan del cuerpo y se asoman al lado del canto más oscuro de nuestros pensamientos.
Pero probablemente, igual, el diablo, en este siglo XXI, anda más entre los banqueros y los tecnócratas más codiciosos y mezquinos. Y para estos, no hay más buen exorcismo que un par de hostias bien dadas con la mano abierta ajustada en la mejilla.
Para los más escépticos, -y por aquello de los casos- servidor les deja estas oraciones, que a priori, van de molde para exorcizar y desendemoniarse. Pero igual, como dice el doctor Cabrera, psiquiatra forense de profesión: “El mal no es una entidad, sino una condición humana”. Esto del mal y el bien es tan ambiguo como la vida misma. Por otra parte, nos queda la sentenciadora frase de Keyser Söze, en la película “Sospechosos Habituales”: La mejor jugada del diablo es hacer creer a los demás de que no existe. A elegir la frase qué más gustase y convenga a nuestras almas y  a nuestros espíritus.
Oración a San Miguel Arcángel en Latín
Sancte Míchaël Archángele, defénde nos in prælio, contra nequítiam et isídas diábolo esto præsídium. Imperet illi Deus, súpplice deprecámur: tuque, Princeps milítiæ cæléstis, Sátanam aliós que spíritus malígnos, qui ad merditiónem animárum pervagántur in mundo, divína virtúte, in inférnum detrúde. Amen.

Traducción:
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica; y tu, oh! Príncipe de la milicia celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás  y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén
Sergio Farras, escritor tremendista.

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