lunes, 6 de junio de 2011

Carta de la escritora y periodista chilena Virginia Vidal al presidente de la Sech con fecha 7 de junio de 2011, en torno a: "RELATO Y RETRATO DE MI DESPIDO DEL CONSEJO DE LA CULTURA"

Estimado Reynaldo:
La forma en que se ha despedido a nuestro compañero Carlos Amador Marchant del Consejo de la Cultura es denigrante. Lo menos que podemos hacer es acoger su pedido y presentar una protesta ante el ministro,  a más de una declaración pública.
Es vergonzoso el uso que del trabajo y aporte de los escritores se hace para después  tratarlos como a siervos de última clase.
Pienso que Carlos Amador debió comunicar esto en cuanto sucedió, pero su prudencia y discreción sólo hablan bien de él.
Cordiales saludos,
Virginia Vidal.
Sobre Virginia Vidal:
Pocos saben que Virginia Vidal fue la única periodista latinoamericana que asistió a la entrega del Nobel al poeta Pablo Neruda. Y que luego del "golpe" acompañaría a Matilde Urrutia -desde 1974 a 1976- en el traslado de la biblioteca del poeta a la ya restaurada Chascona, recuperada en parte del saqueo y la indignidad.
No son muchos tampoco los que saben que al salir exiliada de Chile, en 1976, fue reportera y locutora del mítico "Escucha Chile", noticiero moscovita que informaba al mundo de la realidad de un país sometido bajo las botas militares.
De Moscú la aguerrida Virginia se traslada a Venezuela, donde seguirá trabajando de corresponsal para el famoso programa radial y se dedicará a escribir en diferentes medios de comunicación de ese país.
Vuelve a Chile en 1986 y su pluma comienza a combinar la crónica periodística con el ensayo, el cuento y la novela, con una fuerte tendencia a la crónica y a los caminos de la nueva novela histórica.. Es autora, entre otras obras, de Rumbo a Itaca, Ed. Pomaire, Venezuela, 1987 ; Cadáveres del incendio hermoso Ed. Andrés Bello, Santiago, 1990 (Con esta novela obtuvo el Premio María Luisa Bombal); Balmaceda. Varón de una sola agua, Ed. Los Andes, Santiago, 1991; Testimonios de Francisco Coloane, Ed. Universitaria, Santiago, 1991; América de a caballo, Ed. La Noria, Santiago, 1992; Agua Viva. Gabriela Mistral y la juventud. Ed. Texido, Santiago, 1994; Javiera Carrera, Madre de la Patria, Ed. Sudamericana, Santiago, 2000; Oro, veneno y puñal, Ediciones Brosquil, Valencia, España, 2002. "Hormiga pinta caballos" (2007) entre otros.
También es coautora de Los Rostros de Neruda, 1998 y de Morir Es La Noticia, 1997. En el año 2005 encabezó la edición de Crímenes de mujeres, antología de cuentistas chilenas
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Testimonio de abuso de poder del gobierno desde el año pasado hasta estos días.
 (Entre Jefes y Jefes y más Jefes)

El 16 de junio se cumpliría un año de mi despido.

Esto comenzó desde esa fecha y hasta estos días se sigue repitiendo.

Dejo este testimonio para observar el ambiente de hoy.

Todo hombre tiene derecho al trabajo. Sin embargo frente a la vulnerabilidad de éstos se usa la muletilla "SON TRABAJADORES MAL EVALUADOS POR SUS JEFES":

Aquí va el testimonio:


“El viernes 14 de mayo de 2010, alrededor de las 16 horas, fui llamado a la oficina del Jefe de Administración General del Consejo de la Cultura. Allí, se hallaba sentado el Jefe de Logística, quien estaba cumpliendo una labor de veedor.
El Jefe de Administración me lee una notificación que tenía en sus manos, en donde se estipulaba que mis funciones cesaban el 15 de junio. Una vez que culmina de leer el texto, me conmina a firmar el documento sin pedirme algún comentario al respecto.
Le solicité me diera alguna razón justificada del despido, y él dijo que esta resolución provenía de Santiago, por lo tanto no tenía idea del pronunciamiento.
Una vez que le expresé que esta situación me parecía anómala, le señalé que no firmaría el documento. Una semana después el mismo comunicado llegó a mi domicilio.
En la notificación se me comunicaba que tenía derecho a hacer uso de mis vacaciones y de los días administrativos acumulados hasta la fecha, lo que no hice, optando por seguir trabajando hasta el último día (gratis).
En el transcurso de las semanas busqué alternativas para averiguar los motivos de mi cese de funciones, pidiendo a la secretaria de gabinete me diera acceso a dialogar con la Asesora del Ministro Cruz Coke. Tal cometido no se logró, debido a que ésta adujo que esto tenía que verlo el Jefe de Gabinete de Subdirección.
El viernes 4 de junio le pregunté a mi Jefe de Sección, y quien firmaba mes a mes los informes de cumplimiento de funciones para la cancelación de sueldos, si había algún reparo a mi comportamiento como trabajador público, a lo que respondió en forma negativa.
Frente a esta afirmación le solicité me acompañara a hablar con la Asesora del Ministro.
Ese mismo día en la tarde (4 de junio de 2010), en el pasillo de Gabinete logramos hacernos espacio, casi a escondidas, para dialogar con ésta.
A ella le expresé que estaba a mi lado el Jefe Directo de sección, para constatar que mi comportamiento laboral era bueno, y que deseaba saber el verdadero motivo de mi cese de funciones. La Jefa de Gabinete entró en una serie de contradicciones y finalmente dijo que en unos días más (porque estaba muy ocupada) daría una respuesta definitiva a mi solicitud y que, según ella, emanaría de Recursos Humanos. La respuesta nunca se produjo, y el día jueves 10 se hace circular una resolución exenta donde se estipula mi cese con fecha final 15 de junio de 2010.
Es decir, nunca se dijo el motivo.”

Al paso de las semanas se presentó una demanda en los Tribunales del Trabajo de Valparaíso. Ésta se perdió. Unos meses después se apeló en la Corte con los mismos resultados..
Debo hacer notar que “El Consejo de la Cultura puso como testigo en los Tribunales del Trabajo al mismo hombre que era mi Jefe de Sección, quien en esta ocasión dio vuelta todas las versiones y terminó siendo mi detractor”. Así se manejan las cosas en este momento.
Pertenezco al primer grupo de los exonerados del Consejo de la Cultura en Valparaíso, y a dos meses y medio de haber asumido sus funciones el Presidente Piñera.
Más tarde fueron entrando a esas listas más trabajadores tanto en el puerto como en el resto del país, sin dársele una razón explícita a ANFUCULTURA, que es el sindicato de los trabajadores del Consejo.
Pues bien, en estos días empiezo a ver en Facebook informaciones de este sindicato donde se señala que comenzó una nueva ola de despidos. Aquí no se trata de decir o gritar: ¡hasta cuándo!, sino más bien poner sobre la mesa del mundo estos hechos.
No es que tenga la impresión, sino que estoy convencido que estamos frente a un Gobierno ENFERMO, de una enfermedad animal en cuanto a dejar sin empleos a todos quienes hayan sido contratados en la administración pasada. Y la pregunta es. ¿qué culpa tienen los trabajadores de haber entrado en este u otro gobierno?. Todo quien entra a laborar lo hace para palear sus necesidades de subsistencia frente a un derecho común. Otro caso son las jefaturas.
Hace unas semanas he comenzado, en mi calidad de escritor, a subir a mi blog algunas crónicas relacionadas con la historia de nuestro país y sus atrocidades en cuanto a la clase trabajadora. Y no lo he hecho porque sea mi “fuerte”, sino porque es necesario mostrar algo de esto para darnos cuenta de un presente que sigue golpeando a nuestro país.
Veo a un gobierno autoritario, a dirigentes que son pasados a llevar. Veo a funcionarios atemorizados que además equivocan (o no saben) sus posturas. No reaccionan o creen que el mutismo los protegerá de la masacre.
Sin pecar de ser un pesimista a rabiar, creo estar convencido que al paso de los próximos dos años y meses no quedará un funcionario de los que “creen no les pasará nada por guardar silencios”.
¿El Jefe de Recursos Humanos miente?. Por supuesto que sí. Pero me preocupan los funcionarios que trabajan allí, me preocupa ese silencio atroz.
Frente a la comunidad mundial, yo solicito a los escritores,  a los Artistas Plásticos, a los hombres de teatro, a los cineastas, a los escultores, músicos, folkloristas, y a todo el mundo del arte a no guardar silencio frente a estos hechos. Chile está viviendo en pocos meses una enfermedad letal: el exterminio de sus ciudadanos por la vía de la cesantía, la segregación, el maltrato como individuo y el retroceso de la historia.
Comienza en Chile a vivirse la asfixia que se pensó exterminada. Y no quiero que otros pasen los momentos que padece cada trabajador que queda sin su sustento.


Carlos Amador Marchant
Escritor-Valparaíso-Chile
6 de junio de 2011



editor

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